-¿Salimos?
al parecer asentí con la cabeza...
grises, verdes o miel?? (pensaba)

Una semana después:

¡¡Diooos!! No recuerdo dónde ni a qué hora me dijo.
Es que ni siquiera supe cómo se llamaba realmente
Es que realmente no quería volver a verle...

Un año después:

"02": Hola. ¿Te acuerdas de mí?

"01": (lo mira con detenimiento, tiene cara de pervertido atractivo)No, pero
te podría recordar si me dices cómo te llamas (miente, lo que olvida siempre son los nombres)

"02": Mientes, lo que olvidas siempre son los nombres. De eso versó en gran parte nuestra única plática. Nos conocimos en la calle, dijiste que ese día preferías llamarte "01" y me nombraste "02"


Jajaja! Claro "02", compartimos 4 horas de nuestras vidas en una banqueta de la ciudad, sin conocer nada el uno del otro platicábamos y reíamos a carcajadas. Después lo recordé con claridad, cuando nos despedimos le dije que era mejor no enterarte de la vida de las personas que te caen bien, así no asumirás nada ni esperarás nada,entonces acontecerá la Sinceridad y simplemente vivirás la compañía en instantes que parecerán la eternidad. Inmediatamente me dijo: ¿salimos? Me quedé callada mirándolo con inacabable minucia, pensando que tal vez el encanto estaba por perderse. El hombre no había entendido que aquél encuentro era una cita que ninguno de los dos había planeado pero que era más verdadera que las que sí planearíamos.
Mientras intentaba desifrar el color de sus ojos que eran entre grises verdes o miel, "02" me decía el lugar y la hora, tuve que subirme al taxi le dije adios una vez en él y jamás lo volví a ver.

Hasta hace unos días.
..."01": (con una sonrisa de complicidad)¿te quieres llamar de otra forma ahora?
"02": jajaja! "Cero-dos" me gusta...No, me llamo...
ella: (que ha llegado con un bellísimo vestido azul, se dirige a "02", lo besa)Hola amor, perdón es que no encontraba qué ponerme.(observa a "01", le sonrie)
"01": Hola...elegiste bien, ese vestido está hermoso...
ella: Gracias...
"01": Bueno, tengo que irme. Un gusto...

Subí al microbús y me sentí feliz por alguna extraña y misteriosa razón que sigo sin explicarme.