Soy como una maquinita bloqueada
Ahora mismo el disco duro se ha dañado
Desenterré mi seguiridad
mis raíces se desplantaron y ahora
la levedad y la inseguridad yacen en toda mi pinche existencia.
-No es tan malo, me digo como para consolarme.
-Te castigas tanto, me dice una amiga.
-Todos tenemos tropiezos, me dice con cara de sarcasmo
ese polaco que me pone nerviosa. Y que en
pocos días pasará sus manos por su rostro y lo tapará;
o extenderá una sonrrisa amplia en esa carita amenazadora.
...dolor de mundo otra vez...
He bebido más cafe del que acostumbro
He adelgazado un poco y palidecido bastante.
ojeras seguras
Siento que enloquezco y amanezco con unas putas e irreprimibles
ganas de extrañar y de querer; y de decirlo, se los digo.
Con el presentimiento de quien dará sus últimos alientos, me resigno
pero los compromisos siguen.
La vida sigue y tengo de dos: levantarme, sacudirme el polvo
y dar todo hasta salir de mi hoyo negro o
dejar mi cuerpo a la disposición de la marea alta,
pero mi voluntad me responde a medias.
Siento llover psadamente dentro de mi.
Y así, con la voz descompuesta intento cantar la canción que no he aprendido
La pesadilla está por acabar...
pronto sabré qué haré los próximos meses,
huir de mi, largarme directo a otra constelación
y hacer feliz a quien se deje.
Tejiendo redes con hilos y madejas de falsos ideales.
Porque eso es a lo que me dedico, a tejer telarañas con pájaros invisibles dentro.
Para que después la realidad, aplastada de verdad me dé una lección:
No todo está hecho de aire fresco ni de bombones azucarados. No estás
hecha de metal inoxidable y la sociedad ya no creé en el humanismo.
Se necesita más que pasión y talento, más que esas cosas lindas...
Ahora que lo pienso soy una extremista exagerada, el mundo no se acaba
tuve un tropiezo del que puedo beber nuevos sabores...
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