Sunday, May 3, 2009

hiPertrOfia mediÁtica

Debajo de mi asiento junto a mis pies hay un montón de cascaras de nuez
casi como para juntarlas y hacer una de esas raras esculturas que en tiempos de ocio me da por manufacturar.

He decidido abstenerme a la pantalla y a los noticieros por radio,
sigo comiendo nueces casi como autómata. He perdido la cuenta,
tal vez ya me comí un kilo.
Cerca, en la otra casa suena... ¿qué es? Parece Rigo Tovar
Llevo así casi una semana. Con esta dieta mediática, porque además de las nueces
como dulces de a montón, el platillo de la casa y repentinamente sorbo a sorbo me bebo
una botella de ilusiones oculta bajo mi cama.
Y, es que allá afuera acontece que
no acontece nada.
El País habiéndose declarado en emergencia Nacional, está practicamente paralizado, los cines, los teatros, las bibliotecas, la universidad, los restaurantes, los bosques, mi boca...

En el periódico: "Psicosis" era el enorme título del encabezado.
La televisión atiborrada de "influenza"
El radio, lo mismo.
En serio esto es para morir de sobredosis mediática y no de influenza
Mi correo lleno de cadenas con teorías conspiracionistas.

Por ello opté por una dieta muy light de información mediática.
Y luego de un etílico lunes que me recargó la pila de emociones y sembró semillas de arbolitos sentimentales aunados a una péfida confusión que no me atrevo a desenmascarar. El martes comenzó mi dieta.
Contesté a los mensajes que llegaban a mi celular, que no saldría.
Tal vez otro día
No ví películas, no leí ni un libro, no volví a revisar mi correo ni leí el periódico
no encendí el radio, no contesté los mensajes. Me abstuve.
Y el resultado fue un lindo mural en mi cuarto y unas cuantas líneas
apalabradas, atrapadas y regadas en un cuaderno amigo y que quizá transcriba en algún momento aquí.
Terminé en la noche puse un disco de los Rolling Stnoes, tomé esas nueces, me senté a ver toda esa pintura junta y entonce amaneció...

Ahora mientras recojo la basura de las nueces y con la sensación que deja
una semana de abstención al mundo mundano; miro el reloj, luego el calendario. Y creo que ya es hora de ir al trabajo...

1 comment:

Juan Carlos Téllez said...

Te comprendo,
me ha sucedido
lo mismo.

Al principio la
preocupación total,
después dsifruté
los dos primeros
días de flojera
total.

Pero ahora ya
estoy cansado,
quiero regresar a
la escuela...

Pero con la
incertidumbre sobre
qué ocurrirá
más adelante.

Podremos superar
esto...

Hago votos porque
así ocurra.