Se escuchan algunos golpecitos en la puerta
anunciando la molesta visita del pesimismo con el que mantengo batallas incansables a muerte. Una especie de inercia, esa inercia que gobierna la voluntad de ésta sociedad contemporánea, le abre la puerta.
No cabe duda. Mi "Yo" se diluye, como debe ser... Pero, ¿qué tanto la voluntad de un "atributo" (aludiendo a Spinoza) debe permitir absorberse por otro más grande, quizá el "Absoluto"?...
Dejé mi carrera de Filosofía porque me movió el mundo, ¡El MunDO!, al grado de comprender que ésta (la Filosofía) no ES sino práctica. Así retomé mi pasión por el Teatro que durante 5 años antes de entrar a la carrera de Filosofía, había fabricado idealistamente dentro de un grupo... y, como todo idealista, ahora siento estar cayendo inevitablemente para golpearme con la insana realidad.
Hace poco me enfrentaba con la difícil tarea de adaptar una grandiosa obra literaria "Vida y Destino" de Vasili Grossman a una propuesta escénica de 15 minutos para una clase. Y durante mi proceso de investigación caí en cuenta de la banalidad que padecemos muchos humanistas y artistas... no pude con el proyecto y entré en crisis. Esa misma crisis que me provacaban mis clases de Filosofía al caer en cuenta de lo volteado que nuestro mundo contemporáneo está; y lo absurdo que se tornaba estudiar en clase la escisión de la categoría de sujeto, los nuevos planteamientos de la hermenéutica y sus inevitables consecuencias que nuestra comprensión del mundo y nuestra actuación en él debían tener y que sin embargo sólo quedaban comentadas y discutidas en clase por un montón de ególatras entregados a los libros y no a la misma vida de la que parte todo estudio estudio. Tal vez soy una azotada pero realmente creo que se tiene una enorme responsabilidad cuando se adquieren conocimientos de este tipo y de todos los tipos...
Encontré durante esta investigación que hice, un ensayo de un antropólogo llamado Jorge Luis Russiel Infante; y que pese a ya no estar regida-mi investigación- por la clase que tomo (pues mi "azotada"crisis impídió entrgar un buen trabajo a tiempo), sigo realizando y de la cual obtuve este texto y transcribo algunas líneas -que volvieron a moverme el mundo- y dejo abajo el link.
"...La tristeza del genocidio que llevó a cabo la cultura Alemana es más bien el resultado de toda la cultura de su tiempo, que hizo énfasis en sus valores más negativos, pero ya tenía sus antecedentes en la historia que había vivido la humanidad. Tal vez deberíamos entender que tanto la cultura anterior como la posterior al genocidio fascista pueden desembocar en concepciones del mundo y practicas humanas tan genocidas o peores que las vividas durante la Segunda Guerra Mundial. En realidad ya Weber lo dejaba entrever y el propio Foucault nos decía que el Fascismo no es una excepción como tampoco lo fue el Stalinismo, sino que la sociedad estaba preparada para esas manifestaciones extremas del poder, estaban creadas las condiciones, eran un producto consustancial al propio sistema, como hoy podríamos pensar, aunque nos disguste y no lo aceptemos mansamente, que a la Aldea Global le espera un gobierno mundial que podrá masacrar a muchas más personas que lo conseguido por el fascismo y el stalinismo juntos. Lo peor de todo es que ya lo estamos viviendo y ante nuestros propios ojos mueren y seguirán muriendo diariamente miles de personas como si fuera lo más natural del mundo.
Estamos viviendo una situación única en la historia humana, donde lo que nosotros pensamos que será el paso de una formación económico-social a otra superior implica, a su vez, el peligro real de la desaparición del propio género humano sobre la tierra.[...]
Sólo hay que escuchar con cierta atención la radio, o leer el periódico, o ver algún espacio noticioso del día para reconocer que el genocidio continúa, que la cultura de los ricos presupone la ignorancia de los pobres, que la Europa culta y vanidosa no puede ocultar su andar ya cansado y enfermo, que la multicultural Unión de Estados de Norteamérica a pesar de su poderío se carcome las entrañas y se precipita sobre un futuro cada vez más incierto; Pero, en medio de esto no habrá valores que rescatar y cultivar, no habrá ideales por los cuales valga la pena entregar lo mejor de sí? [...]
Ya no se trata solo de matarnos en una guerra nuclear, sino de la lenta masacre de todos los días que cobra vidas y más vidas. Se impone que nos pongamos de acuerdo, no podemos seguir hablando sin entendernos entre los humanos y esa no es una tarea fácil. No resultó extraño que lo dijera con el rostro fruncido y produciendo más ideas al mismo tiempo que pronunciaba estas palabras [ habla de Fidel Castro] "hay que reinterpretar el mundo".
[...]
Sólo es humano aquel que le imprime un sentido histórico a su vida. Sólo puede aspirar a una vida digna aquella sociedad cuyos miembros organizan libremente, es decir concientemente su historia sin la arrogancia de "apropiarse" también un día la eternidad. Es precisamente esto lo que no permite que los hombres veamos más allá de ese sentido de "propiedad " nacido con la vida social; o sea, que el hombre superó el sentido de pertenencia animal y en su lugar se apropio del contenido material de su vida sin darse cuenta que de esta manera, ha creado el monstruo que le arrebata también su espíritu, y su libertad. Estará obligado, entonces, a alimentar a dicho monstruo, bajo la tonta idea de que un día podrá quedar satisfecho, cuando en realidad cada día es más dependiente de él ; tanto es así, que hasta nuestras relaciones amistosas, y hasta sexuales están marcadas por un sentimiento que ha nacido enfermo, pues es condición insoslayable la "apropiación" de lo querido y lo amado, sin darnos cuenta de que así , estamos cruelmente limitando la realización nuestra y la del otro como humanos. El otro es, y yo soy, hasta donde me lo permite el artificio de la propiedad que se levanta, cada vez más hambrienta y enajenante sobre su propio creador. La superación de la necesidad de apropiarse las cosas, los sentimientos, las relaciones ínter-subjetivas y macro sociales, tendrá que ser el resultado de la resolución de lo humano, la cual será el producto de la aprehensión del carácter enajenante del sentimiento de apropiación y del acto mismo de apropiación que ha nacido como consecuencia de la actividad humana alienada, enajenada y dentro de ella su núcleo vital el trabajo. Sólo así será posible la identificación del individuo y la especie, del individuo y la sociedad, del individuo y el universo. El carácter originario y esencial del hombre solo se nos muestra en porciones diminutas y atrofiadas, porque el hombre tiene que superar su propio sentido de lo original y de lo esencial; en definitiva el hombre tiene que inobjetablemente superarse a sí mismo. El es su propia creación, su dolor y su esperanza.
TEXTOS TOMADOS DEL ENSAYO " DE LA PROBLEMÁTICA ANTROPOLÓGICA A LA FILOSOFÍA DE LA HISTORIA" DE JORGE LUIS RUSSIEL INFANTE Y PUBLICADO EN http://www.redcientifica.com/
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