¿En qué piensas?

Volteaste a verme y sonreíste. Hacía calor, era ya muy noche pero hacía calor. Tu mano izquierda en el volante parecía divertirse, tu mano derecha en la palanca parecía temblar. Volteaste nuevamente a verme mientras mis ojos se perdían, para no perder la costumbre, por ahí, por quien sabe dónde; viendo las luces de la ciudad quizá o la Nada. "¿Qué piensas?"- preguntaste con esa sonrisa en el rostro que me provoca verdadera amnesia. La respuesta también es un verdadero enigma para mí, reflexioné, pero solo respondí "en Nada".

La carretera estaba casi desierta, me parecía casi imposible el momento; tú, después de tanto tiempo, con esa fresca sonrisa preguntándome la eterna pregunta sin respuesta. La hora también era imposible, normalmente no estoy fuera después de las 12. Sí, comienzo a creer que la ridícula sombra de cenicienta me acecha. Pero no había ninguna especie de preocupación en mí por la hora, llegaríamos a mi casa y nos despediríamos, eso era todo, eso tenía que ser todo.

Hay cosas que nunca se saben. ¿Qué había pasado en aquél entonces? Yo no lo quería saber, o tal vez lo sabía pero no era algo que me correspondiera solucionar. El hecho es que estábamos ahí dibujando cosas que nuevamente algún día olvidaríamos en el lugar de las cosas sin respuesta... ¿En qué piensas? preguntaste una vez más mientras esperábamos el siga del semaforo. Después de un largo silencio en el que nos filtrábamos por los ojos como reconociéndonos nuevamente... "Tu cabello era largo la ultima vez que te ví", te dije. "Hace casi dos años que no es así", me contestaste. Un acto de automatismo de antaño te hizo pasar tu blanca blanca mano por mi cabello despeinado y un poco húmedo por la brisa, lo acomodaste de tras de mi oreja, me miraste largamente, respirabas cerca de mí y... nos dimos cuenta que no estaba tan desierta la carretera, el claxon de una camioneta sonaba atrás de nosotros.

Cerati sonaba casi imperceptible en tus bocinas. Seguiremos el camino; y no, no nos acordaremos el uno del otro dentro de otros dos años.
Gracias por traerme a casa.