No basta con el contenido de las palabras//De pronto yo era un personaje mal hecho en una película de Lynch, entendí que no estaba enloqueciendo ni inventando realidades, entendí que mi dios estaba jugando a la esquizofrenia//Amo, te amo desde siempre... desconozco a quien amo y no me siento bruta por ello sino infinita//No hay en el mundo un sólo lente que logre capturar el inhóspito caos que mi cuerpo intenta deshabitar//Esta noche tengo unas ganas idiotas de llorar la muerte de alguien que no he conocido. Alguien que llegó a viejo, no muy inteligente y que nadie amaba. Seguramente... {perdón... es que recordé que tenía que leer a Flaubert y luego reflexionar sobre aprender a usar bien las comas... }seguramente yo lo amaría//Desperté con una canción en la boca y cosquillas en las piernas. No había cortina en la ventana de mi cuarto donde suele haber una, abrí bien los ojos y me levanté de un salto...//¿cómo soy en tus sueños?// ¿y en tu imaginación como soy? mi querido daltónico ¿cómo me ves cuando se enrojecen mis mejillas?// Te soñé me dijiste con una voz profunda y quedaste en silencio a mi lado durante una hora. No lo hubieras dicho. Mi imaginación tomó vuelo a un largo viaje circundando tus posibilidades oníricas.¿cómo soy en tus sueños?... y en la vida sin sueños ¿cómo soy? Mi querido sonámbulo, ¿cómo me distingues de tus sueños si jamás despierto estás?//Tengo miedo a que un día de repente todo cambie de rumbo violentamente. Kafka tiene la culpa.
PD. Padezco de esa extraña felicidad que sufre problemas de personalidad y quiere ser melancolía.